Ugalde no merece más análisis que lo que le dijo Gordillo la noche de las elecciones: " Eres mi más grande error". El caso es que ahora la inmediatez y miopía intelectual de nuestros periodistas, analistas y lectores de noticas vuelven a hacer de las suyas. Ugalde ya estaba despedido ( con casi 10 millones de pesos de liquidación) y su renuncia es más un acto mediático que uno de dignidad, porque si la tuviera, hubiera renunciado desde que se aprobó la Reforma Electoral. Pero a la vista de nuestros grandes cerebros, representa la unción a su heroicidad que solo le falta una poema como Roldán, Beuwolf o el Cid, ( poema que por cierto no faltará algún intelectual del ITAM o del CIDE en hacer).
Vaya pues y que el país se caiga, como dicen los sesudos análistas, que se desborden los ríos, se extienda la peste y nos invada el pánico porque no hay presidente del IFE.
¿ Algún héroe por ahí?
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